sábado, 18 de junio de 2016

dom. XII del T. O.- C


DOMINGO XII DEL T. ORDINARIO – C



MI ALMA ESTÁ SEDIENTA DE TI, SEÑOR, DIOS MÍO

Por Mª Adelina Climent Cortés O.P.

                   
                    El Dios que mora en nosotros y que nos ama y sustenta, es el Dios, al que hay que buscar en todo momento, pues, en nuestro corazón late el anhelo insaciable de poseerle en plenitud; deseo,  que solo se puede calmar gustando  su dulce y amoroso encuentro. A este Dios tan deseado y buscado, cantamos hoy, en la liturgia dominical, el salmo 62.

                    Es un precioso salmo que describe hermosamente la aspiración mística de todo corazón que se sabe de Dios y tiende a Él. De la época de la monarquía, pertenece al subgrupo de los salmos llamados de “huésped de Dios”. Y, esto es precisamente, lo que quiere ser el orante rey, que, con fervor, lo reza y medita.

                    El salmista, fiel a La Alianza, y desterrado por sus enemigos, comienza haciendo una bonita confesión de fe suspirando contemplar a su Dios YAHVEH.  Anhela su cercanía, madruga y desea agradarle con sus obras y aspiraciones. Y, es tanto, el  anhelo de su alma,  que languidece de sed en su búsqueda, y, en el ardiente deseo de poseerle:

Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.

                    Recuerda, el salmista, .el deleite que sentía y  llenaba su corazón, cuando, en el santuario, gozaba de su ternura y cercanía, contemplando su grandeza y majestad. Dicha inmensa esta, que llenaba su vida, pues nada era comparable a este vivir solo para agradarle y contemplarle:

¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.

                    De nuevo, el salmista, promete seguir alabando y bendiciendo a su Dios Yahveh. Quiere ser fiel a su Alianza e invocarle en sus necesidades, pues sabe, por experiencia, que, solo en esto radica la felicidad de su vida y la de todo fiel israelita. También  está seguro que, porque Dios siempre es fiel al que le suplica, volverá a gozar de su paz y dulzura  en el templo, participando de los banquetes que siguen a los sacrificios de comunión:

Toda mi vida te bendeciré,
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos.

                    El salmista no cesa de poner su confianza en Dios, pues si  siempre le ha auxiliado, ¿como no lo va hacer ahora? y se promete seguir alabándole con júbilo, pues estando unido a Él  nada más puede desear:

Porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti
y tu diestra me sostiene.

                    Y, si lo importante para el salmista fue experimentar el gozo y el deleite de vivir su vida en Dios, en el gozo de su Señor. Para nosotros, también ha de ser, suspirar por conocer el DON de Dios en su plenitud, que es Cristo Jesús: “SI CONOCIERAS EL DON DE DIOS…YO TE DARÍA AGUA VIVA  (Jn 4,10).

                   Es, CRISTO JESÚS, el agua que colma toda sed y sacia toda necesidad, la  que tiene nuestro espíritu de encontrar la felicidad en Dios.

                    Pero, el Evangelio de hoy,  nos recuerda que, seguir a Jesús no es fácil y sí muy costoso. A la confesión triunfalista de Pedro: TU ERES EL MESÍAS DE DIOS, prohíbe, a los discípulos, decírselo a nadie y añadió:

                    -“El Hijo del Hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y letrados, ser ejecutado y resucitar al tercer día”.

                    Así, pues, conocer el don de Dios es saber y experimentar que, solo desde la cruz,  puede brotar el agua que sacia la sed de Dios:

                   “El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda  por mi la encontrará”

                   Y, solo en este seguimiento de Jesús y amándole, el DON de Dios SE NOS CONVERTIRÁ DENTRO EN UN MANANTIAL QUE SALTARÁ HASTA LA VIDA ETERNA


No hay comentarios:

Publicar un comentario