miércoles, 23 de diciembre de 2015

Navidad- Aurora-C


NAVIDAD. MISA DE LA AURORA
  

HOY BRILLARÁ UNA LUZ SOBRE NOSOTROS,
PORQUE HA NACIDO EL SEÑOR

 Mª Adelina Climent Cortés  O.P.
                                    

                      
 Despunta ya el día con LA LUZ SALVADORA, “como  aurora de amor de la eterna navidad”. Es EL RESPLANDOR DEL PADRE, QUE NACE NIÑO Y NOS TRAE BIEN Y AMOR: “Ha aparecido la bondad de Dios y su amor al hombre por medio de nuestro Salvador”. Es Jesús, el Rey de los reyes, que, desde su gloria nos ilumina como “sol naciente”, con su verdad, y nos trae del cielo la  justicia que cambiará el mundo, porque todo lo hará nuevo y  habrá siempre paz.

                        Cantamos a nuestro NIÑO-DIOS NACIDO HOY, el salmo 96; un himno de gozo y  alabanza, con el que queremos entronizar su gloria en este mundo, en todo el universo,  y en cada uno de los hombres que ama el Señor; adorando, también, su excelsa divinidad:
 
El Señor reina, la tierra goza,
se alegran las islas innumerables.
Los cielos pregonan su justicia
y todos los pueblos contemplan su gloria.
                                                                   
                        Nuestra vida, la de todos  los que nos sentimos llamados por el Señor y queremos serle fieles, está iluminada por la luz de su gloria; la luz que lo renueva todo y que nos va transformando hasta hacernos semejantes a Él, verdaderos hijos de Dios. Y,  su manifestación, que es gozo y alegría para todo el cosmos, lo es, también, para los que celebramos, agradecidos,  al que es “altísimo sobre toda la tierra, mucho más excelso que todos los dioses”

Amanece la luz para el justo,
y la alegría para los rectos de corazón.
Alegraos, justos, con el Señor,
celebrad su santo nombre.
                      
                         Y, a este Dios, tan grande y encumbrado, es al que hoy celebramos pequeño y vulnerable, ENVUELTO EN PAÑALES Y EN BRAZOS DE SU MADRE, LA VIRGEN MARÍA. Más, la fuerza de su amor es tan potente y salvadora, que enciende nuestra fe y es capaz de llenar el mundo de gozosa esperan y felicidad, ya que, es LUZ PARA LAS NACIONES, Y TODOS CONTEMPLARÁN SU GLORIA.

                         Pero, solo podremos acoger su Salvación, su Vida, si  su luz está  en nuestro corazón y brilla  en nuestros ojos. Es la misma luz, la que nos lleva, también, a postrarnos ante Él, para adorar y contemplar su sonrisa y candor, como ya hicieron antes los pastores en Belén.
 
                        Y, esta LUZ, que es PALABRA Y SALVACIÓN PARA TODOS LOS PUEBLOS, la hemos de dar a conocer a los que, aún viven en tinieblas y en sombra de muerte, por desconocer o dudar de la  divinidad de Jesús, la única fuerza  que puede elevar al hombre y  ponerlo en los brazos de Dios.
                   
                        Y, también es, LA LUZ DEL HIJO DE DIOS, que brilla desde su amor, la que infunde el bien y la verdad a todo lo creado, y  la que hará surgir de las tinieblas de esta vida,  el Reino de Dios en su realidad plena y acabada.

                         Que esta celebración, pues, tan llena de ternura y encanto  espiritual, nos ayude a hacer posible, que brille para todos los hombres y pueblos “LA LUZ GOZOSA DE LA ETERNA NAVIDAD”

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