DOMINGO XXIV del T.O.
FIESTA DE LA EXALTACIÓN DE LA CRUZ
NO OLVIDÉIS LAS ACCIONES DEL SEÑOR
Por Mª Adelina Climent Cortés O.P.
Todas las acciones de Dios
hay que recordarlas siempre, porque son salvadoras, prolongaciones de su bondad
y de su amor misericordioso, dispuesto, en todo momento, a comprender y
perdonar. Nos lo recuerda el salmo 77, considerado como “salmo
histórico” ya que, en el período posexílico, narra las hazañas
vividas en el desierto, después de haber
sido liberado Israel de la esclavitud de
Egipto por Yahveh, y del pacto de la
Alianza del Sinaí.
Escucha, pueblo mío, mi enseñanza;
inclinad el oído a las palabras de mi boca:
que voy a abrir mi boca a las sentencias,
para que broten los enigmas del pasado.
Pero, Israel,
no fue siempre fiel a Yahveh y se rebelaba contra Él. Añoraba lo que había
dejado atrás, ante el miedo a la libertad y a
todo lo desconocido que se le ofrecía.
Pero el Señor, pacientemente, trataba de educarlo en todo momento:
Y cuando los hacía morir, lo buscaban,
y madrugaban para volverse hacia Dios;
se acordaban de que Dios era su roca,
el Dios Altísimo, su redentor.
Lo adulaban con sus bocas,
pero sus lenguas mentían:
su corazón no era sincero con él
ni eran fieles a su alianza.
En un
episodio ocurrido en el desierto, Yahveh, les ordenó colocar una serpiente de
bronce, sobre un palo en forma de estandarte, ya que, para castigar los pecados que cometían, les envió
serpientes que les mordían, por lo que, doloridos, se aclamaban a Él, quedando curados cuando miraban la serpiente elevada, puesto que,
Dios, con su amor y compasión, les movía al arrepentimiento y les concedía el
perdón salvador:
Él, en cambio, sentía lástima,
perdonaba la culpa y no los destruía:
una y otra vez reprimió su cólera,
y no despertaba todo su furor.
Este
episodio de la serpiente levantada en el desierto, es figura anticipada de
CRISTO ELEVADO EN LA CRUZ ,
en la que, el Redentor, en su abajamiento hasta la muerte por su entrega de
amor, es resucitado y glorificado por Dios Padre. De esta manera, la cruz, de
instrumento de tortura y de muerte pasa
a ser motivo de resurrección gloriosa, de triunfo y de salvación universal:
“Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que no perezca
ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna” Y, ÉSTA EXALTACIÓN DE LA CRUZ ES LO QUE HOY
CELEBRAMOS Y ADORAMOS.
La fiesta de
la exaltación de la Cruz , LA VICTORIA DE CRISTO JESÚS, es, para todos los
cristianos, motivo de exultación y de gozo. La cruz es nuestra señal, como
cristianos y seguidores del Mesías,
Salvador de toda la humanidad, Señor de la historia y de todo lo creado, juez
de vivos y muertos, porque, “Dios lo levantó sobre todo”
Y, si,
Cristo Jesús, está resucitado, “LEVANTADO SOBRE TODO” es para que, acudamos a
ÉL, con el fin de mirarle con amor y hacerle conocer todas nuestras ansias, inquietudes y temores,
con la seguridad de que las acoja y salve. Acudamos también a Él, para
interceder por todos los hombres y pedir por nuestro mundo, con el fin de
que, sea mejor y más habitable para
todos. Y, Cristo Jesús, que es Resurrección y Vida, sanará nuestra sociedad de
la cultura de pecado y muerte en que vive, y nos concederá la justicia y la paz
que tanto deseamos. También, nos ha llenado de una gozosa esperanza en la vida
futura, donde participaremos de su Victoria y de su Gloria para siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario