MARÍA, TU DULCE NOMBRE CONSOLACIÓN
EL SEÑOR HA GLORIFICADO TU NOMBRE
Por
Mª Adelina Climent Cortés O.P.
“CONSOLAD, CONSOLAD a mi pueblo, dice vuestro Dios... Gritadle que se ha
cumplido su condena y que está perdonada su culpa”. Así anuncia Isaías a
Israel, el mensaje de SALVACIÓN de parte de DIOS. Liberación de las manos del
opresor, haciendo posible el retorno glorioso de Babilonia a Palestina y
la reconstrucción de su Templo; pues, sigue diciendo Yahveh, el Señor: “como a
un niño a quien su madre consuela, así os consolaré yo, y en Jerusalén seréis
consolados”. Tan inmensa es la
misericordia de Dios para con sus fieles, y tan grande su fidelidad, que se
manifiestan en toda ocasión y duran por siempre.
Mas, el amor gratuito y misericordioso de Dios para con los hombres, se
nos ha manifestado, de manera plena y desbordante, en su Hijo, Cristo Jesús (su rostro salvador y su bondad
personificada), por su muerte y gloriosa Resurrección; convirtiéndose, de esta
manera, en REDENTOR y CONSOLADOR de todos los hombres,
y, en fuente de paz y de bendición, para la humanidad entera, siempre
hambrienta de perdón y de Salvación.
Y, porque, María Virgen, mujer humilde y sencilla, Hija de Sión, que
vivía esperando la consolación de Israel, acogió en su seno al Verbo Eterno,
Salvador del género humano, le acompañó en su vida mortal y, permaneció
sufriendo junto a su Cruz salvadora, es, por lo que, mereció ser proclamada por
Dios Padre, MADRE Y CONSUELO de todos los hombres, sus hijos, necesitados
siempre de cariño y protección.
De esta manera, Ella,
María, Madre de todos los hombres, es CONSUELO Y ESPERANZA para el nuevo pueblo
de Dios, la Iglesia
Santa , que sigue
peregrinando en la tierra, hacia la meta gloriosa prometida, en la
eternidad Dios.
A María, pues, ensalzamos
hoy, EN LA FIESTA DE
SU SANTÍSIMO NOMBRE como MADRE Y
CONSUELO de todos los que nos sentimos hijos suyos, y, muy especialmente, de los
más pobres y afligidos; y, con gozo, le alabamos y bendecimos, cantando los
versos bíblicos, dedicados a Judit, y, que, en Ella, adquieren hondura de
significado y plenitud:
El
Señor te ha bendecido, hija nuestra,
más
que a todas las mujeres de la tierra.
Bendito
el Señor, creador de cielo y tierra.
El Señor
ha glorificado hoy tu nombre:
por
eso, los que en adelante guarden memoria
de
esta obra poderosa de Dios,
conservarán
tu esperanza en el corazón.
Y, ante la inmensa bondad y ternura
que hay en los ojos de María, pues no
caben en su maternal corazón, le pedimos,
que, en su oficio de amar siempre y consolar, no cese de mostrarnos a su
Hijo Jesús, CAMINO, VERDAD, Y VIDA, para que, así, podamos conocerle más y
mejor, e imitar su vida y virtudes.
También, para que, Jesús, llene a su
Iglesia de optimismo y esperanza, por la fe en su presencia y en su fiel
seguimiento
Y, porque, María, Virgen y MADRE DE CONSOLACIÓN, hace dulce nuestro
padecer, le rezamos, para que, cuantos sufren cualquier tipo de opresión e
injusticia, encuentren en Ella, y en su
Hijo Jesús, el apoyo y la ayuda que necesitan.
También, pedimos a NUESTRA SEÑORA DE LA CONSOLACIÓN , que mire
con bondad, a estas hijas suyas, que la veneramos, en Xátiva, como MADRE Y
PATRONA, para que, desde el retiro, de
nuestra oración y silencio, gritemos a todos los hombres que, JESÚS es la PAZ y la CONSOLACIÓN que ellos
tan afanosamente buscan y no encuentran.
Y, con el cariño y afecto que nos une, tenemos un recuerdo de gratitud,
para con las hermanas que nos han precedido en el amor filial a nuestra MADRE
DE CONSOLACIÓN, pidiéndoles que, desde el seno de Dios, no cesen de presentarle
nuestra gozosa y sencilla alabanza:
TU
DULCE NOMBRE CONSOLACIÓN,
sea,
OH MARÍA, mi salvación.
sea,
OH MARÍA, mi salvación.
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