PASCUA. DOMINGO II - B
DAD GRACIAS AL SEÑOR PORQUE ES BUENO,
PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA
Por Mª Adelina Climent
Cortés O. P.
Se nos invita, como asamblea litúrgica, a “dar gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia”. Bondad y misericordia que se nos
manifiestan, de manera sublime, en LA RESURRECCIÓN DE SU HIJO, CRISTO JESÚS,
SEÑOR NUESTRO. Acción de gracias que expresamos, al igual que lo hacían los
israelitas, cantando el salmo 117, con
el que, se alababa al Dios de La
Alianza, a Yahveh, el Dios que, siempre, les protegía y liberaba.
El salmista, consciente de las maravillas
realizadas por Yahveh a su pueblo, invita a todos, sin excepción alguna, a
agradecer al Señor su salvación, manifestada en los acontecimientos liberadores
de su historia, siendo el primero de ellos
la salida de los israelitas de Egipto:
Diga la casa de Israel:
eterna es su misericordia.
Diga la casa de Aarón:
eterna es su misericordia.
Digan los fieles del Señor:
eterna es su misericordia.
En los tiempos mesiánicos, celebramos LA VICTORIA Y LIBERACIÓN
conseguida por JESUCRISTO, autor de La
Nueva y definitiva Alianza, al salvarnos de la esclavitud del pecado y de la
muerte y convertirnos en criaturas
nuevas, llenas de luz y vida, destinadas a una felicidad sin límites y
sumamente gloriosa.
De nuevo, el salmo, relata otras victorias y derrotas a los pueblos
enemigos, que Israel atribuye, desde su fe en Yahveh, a su poderío, a su gran fuerza y energía, valores
todos ellos, que comunica, también, a su pueblo y que, por tanto, merecen ser
proclamados con entusiasmo:
La diestra del Señor es poderosa,
la diestra del Señor es excelsa.
No he de morir, viviré
para contar las hazañas del Señor.
Me castigó. Me castigó el Señor,
pero no me entregó a la muerte.
Además, Israel, que fue desechado como piedra sin valor, por ser el más
pequeño de los pueblos; por su misión universal y salvadora, pasa a ser piedra
angular, sobre la que se edificará la salvación que Dios realizará en
JESUCRISTO, PIEDRA ANGULAR por excelencia.
La piedra que desecharon los arquitectos,
es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente.
Y, si para Israel fue un milagro patente, que, Yahveh, le liberara del
destierro de Babilonia; maravilla mayor para nosotros es, haber sido liberados
por Cristo Jesús, haciéndonos renacer con Él a una vida nueva y gloriosa, a la
vida misma de Dios.
Por eso, cantemos agradecidos desde nuestra fe en Cristo Jesús, el
Señor, para dar un testimonio alegre y sincero
del acontecimiento mayor de nuestra Historia: SU RESURRECCIÓN GLORIOSA, y,
para que, nadie viva sin esperanza,
sino seguros de poseer ya el vigor y la fuerza de su ESPÍRITU, el amor salvador
de Dios, su infinita misericordia para con todos nosotros.
Por lo que, agradecidos, no cesemos de pregonar con gozo, igual que lo
hicieron los primeros discípulos de Jesucristo: “HEMOS VISTO AL SEÑOR”, para que, reconociéndolo todos, tengamos
vida en su NOMBRE.
Digamos, pues, con entusiasmo y júbilo:
“ESTE ES EL DÍA EN QUE ACTUÓ
EL SEÑOR,
SEA NUESTRA ALEGRÍA Y NUESTRO
GOZO”
No hay comentarios:
Publicar un comentario